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Debido a la circunstancia actual global, propiciada por el brote del COVID-19 y la consecuente crisis sanitaria, y más concretamente, por el Estado de Alarma, la población española nos hemos visto obligados a confinarnos en nuestros hogares. Muchos de nosotros, además, nos vemos abocados a teletrabajar en el hogar, entre otras tareas atípicas con respecto a nuestro día a día. 

Esta situación puede promover formas diferentes de relacionarnos con nuestros convivientes en un contexto espacial concreto que es la vivienda que compartimos. 

Por ello, se plantea una oportunidad probablemente (y esperemos que) única para estudiar desde un contexto técnico y sociológico la relación de las personas con el espacio donde habitan y donde realizan todas las tareas actualmente: la vivienda. 

Algunas cuestiones planteadas a través de este estudio, son:

  • Explorar las cualidades de las viviendas y el grado de adaptación (flexibilidad, resiliencia) al que se ven sometidas por las circunstancias coyunturales, 
  • Analizar el valor que ha podido adquirir el disponer en la vivienda de un buen espacio de trabajo, o de espacios abiertos al exterior, como terrazas o patios, 
  • Conocer las condiciones de habitabilidad (calidad del aire interior, espacios, aislamiento al ruido y al frío, condiciones de confort, entre otros), y los hábitos nuevos de consumo energético, posiblemente distorsionados con respecto a las costumbres diarias, y la percepción del confort, teniendo en cuenta la carga emocional a la que nos vemos sometidos actualmente, y
  • Estudiar las posibles mejoras de habitabilidad en condiciones extremas de confinamiento, así como las estrategias de ahorro de la población para compensar un mayor consumo total de energía en la vivienda ante tal eventualidad. 

De su estudio, en relación a los Determinantes Sociales de la Salud (OMS), se puede obtener información muy valiosa para las diferentes partes interesadas. El análisis y divulgación de los resultados puede contribuir a preparar las viviendas para adaptarse mejor a situaciones similares en el futuro, ofreciendo un mayor grado de flexibilidad o resiliencia, sin mermar cuestiones de seguridad, habitabilidad y salud ante situaciones que alteran su conformación espacial y funcional.

Es por esto que se justifica la pertinencia del estudio, para aportar conocimiento científico, técnico, haciendo “Ciencia Ciudadana”, acerca de un fenómeno sociológico muy inusual, así como su contribución para el desarrollo de estrategias futuras de diseño y rehabilitación de viviendas, u otras aportaciones que actualmente ni imaginamos. 

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